... a lo lejos se vio la luna, cerca se oía el rumor leve de las olas al romper contra la arena suavemente. La espuma caracoleaba sobre las olas. Era pesado pero lo arrastraba igual, a cualquier lado, el valioso equipaje que la acompañaría hasta el fin del mundo.
Lentamente levantó la vista, vio las estrellas... y sonrió.